Limpiar el rostro, sacarle todo el partido a nuestro maquillaje, hidratar la piel o cómo eliminar las manchas de la piel son algunos de los trucos caseros de belleza mas buscados.
Trucos caseros de belleza
Naturalmente para estar bella es importante ponerse cremas y maquillaje, más aún si tienes cierta edad. Pero, como la belleza interior se refleja en el exterior, para estar guapa no hay nada mejor que sentirse bien con una misma. Lo mejor que nos puede pasar es que cada día haya habido momentos hermosos y podamos irnos a dormir con una sonrisa en los labios, pensando que hemos hecho un buen trabajo. Y, sobre todo con la certeza de haber hecho feliz a alguien, sea quien sea.
Belleza
Si hacemos un pequeño recorrido a lo largo de la Historia, comprobaremos la importancia que ha tenido el culto al cuerpo y la belleza para la humanidad.
Los hombres y mujeres del Paleolítico utilizaban la grasa y la sangre de los animales que cazaban, al igual que la mezcla de distintas tierras, con intención de hacer maquillajes para la cara y distintas partes del cuerpo.
Ya en el antiguo Egipto la belleza era un bien muy preciado. Entre las pertenencias y bienes personales que acompañaban a los cuerpos momificados de los faraones solían encontrarse perfumes, bálsamos, khol para delinear los ojos y hennas.
Los barros del río Nilo eran frecuentemente utilizados como mascarillas faaciales. También empleaban aceites aromáticos extráidos de plantas naturales con los que embadurnaban sus cuerpos.
Los pueblos mesopotámicos estaban, asimismo, muy avanzados en el arte de la cosmética. Demostraron un gran interés por la higiene personal, creando gran variedad de productos para el baño compuestos de zumos de plantas y de piñas de pino.
Los antiguos griegos heredaron muchas recetas de los egipcios y, sobre todo las mujeres, usaban gran cantidad de cosméticos, decántandose especialmente por los tintes para el cabello: cambiaban caprichosamente el color de su pelo utilizando extractos de plantas y combinaciones de minerales; lo decoloraban y, como consecuencia, comenzaron a utilizar acondicionadores capilares. Surgieron las pelucas, para cuya elaboración emplearon las cabelleras de los prisioneros capturados. Empezaron a depilarse, usando para ello mezclas de sosa y arsénico; otra técnica muy extendida era desgastar el vello frotándolo con piedra pómez.
Las mascarillas faciales resultaban de mezclar huevos, miel, harinas y cebada; siglos después, sigue siendo una receta nada descabellada para determinados tipos de piel.
El físico Galeno comenzó en estas fechas a utilizar lo que actualmente conocemos como cold cream. Para conseguirlo mezclaba cera de abeja con aceites vegetales; este producto lo empleaban al igual mujeres y hombres, y con él conseguían aportar elasticidad y suavidad a la piel.
Por otro lado, también eran conocedores de la lanolina, extraída de la lana de los ovinos, producto que en nuestros días se sigue usando con fines cosméticos.
Los romanos cuidaban sus dientes limpiándolos con polvos de piedra pómez, o bien con vinagres aromatizados. Pero, sin lugar a dudas, lo que más destacó de esta civilización fueron sus baños. Se crearon las termas o baños públicos. Los más privilegiados eran poseedores de un baño privado dentro de su vivienda, considerándolo un símbolo de estatus elevado. Acompañaban este ritual de belleza y de relax con preparados perfumes y aceites extraídos de plantas; la mujer de Nerón, por ejemplo, se sumergía en leche. Para ello disponía de un rebaño de ovejas destinadas exclusivamente a proporcionar la leche necesaria para este menester.
Los maquillajes también formaban parte de esta civilización. Para ello, utilizaban mezclas de tiza con plomo, con las cuales embadurnaban sus caras, luciéndose extremadamente blancas, condición de belleza imprescindible en una dama romana. Ojos perfilados de khol y labios y mejillas sombreados de ocre y rojo finalizaban el extenso ritual de belleza romano.
El cristianismo consideró los cuidados físicos algo banal y pecaminoso, perdiéndose así gran cantidad de fórmulas de cosméticos y de perfumes.
En el siglo XV se produjo un resurgir del culto al cuerpo y a la belleza gracias a las damas francesas. El abanico de ingredientes utilizados para formular cosméticos se incrementó con notoriedad: polvos de alabastro, almidón, cochinilla (bichito de la familia de los hemípteros que hoy en día se sigue utilizando para colorear barras de labios), goma arábiga, clara de huevo, etc. También se estilaba la depilación de las cejas, hasta hacerlas muchas veces desaparecer. Enrique III utilizaba para sus cuidados mascarillas faciales a base de arena, clara de huevo y perfumes y María Estuardo se bañaba en vino, con la intención de que su piel resultara tan blanca como la nieve. La higiene personal poco a poco fue decayendo, con lo cual se fomentó el uso de perfumes y colonias para disimular los olores corporales ocasionados por la falta de limpieza.
Y así, hasta nuestros días, hemos ido cambiando cánones de belleza, modas y medios para lucir más guapos y atractivos a los ojos del mundo. En el siglo actual, inaugura una nueva era de cosmética. Tendencias innovadoras que recurren a las recetas de belleza casera de nuestros antepasados, junto con el uso de nuevas y avanzadas tecnologías que nos ofrecen los centros estéticos y la cosmética comercial. Todo al servicio de la belleza. Es cierto que para obtener la máxima eficacia a través de una cura de belleza, debe tratarse conjuntamente cuerpo y espíritu, además de mantener siempre un estado de ánimo positivo.
Trucos para la cara
- Limpiar el rostro fácil. Date unos masajes en la cara con un algodón empapado en leche y, antes de irte a la cama, ponte una crema hidratante y mantenla por la noche.
- Si tienes la piel grasa o con acné, haz un tónico añadiendo una cucharadita de vinagre de manzana a 100 cc de agua de rosas, flores de naranjo (azahar), romero y hammamelis.
Trucos de belleza con vinagre de manzana
- Para pieles grasas o acnéica, puedes hacerte un tónico con una cucharadita de vinagre de manzana, añádelo a 100 ml de agua de rosas, flores de naranjo (flor de azahar), romero o hammamelis.
- Para que tu cabello quede mas brillante puedes añadir al agua del último aclarado una o dos cucharadas de vinagre de manzana. Lo notarás desde la primera aplicación.
- Si tienes la piel sensible y el agua donde vives es calcárea, añade a tu agua de lavado una cucharada de vinagre de manzana por litro de agua. Este agua será menos dura en cal y tu piel la tolerará mejor.