Una buena receta de queso cremoso a las finas hierbas, cultivadas en casa, en el balcón o en pequeñas macetas en la cocina; todo un gustazo!
La suavidad del queso tierno y el fresco sabor de las finas hierbas verdes hacen una combinación perfecta de sabores. Puede decorarse una selección de quesos para crear un delicioso plato de picoteo, o como toque final en una comida especial.
Queso a las finas hierbas
El queso suave es la base perfecta para combinar hierbas frescas y ajo. Mezcla las hierbas con el queso y el ajo da la forma que prefieras al queso; para la decoración reboza el queso con las hierbas picadas e inserte ramitas de hierbas en grupos o tiras de cebollino para dar la impresión de un ‘queso atado’.
Ingredientes:
- 250 g de queso suave (queso cremoso, de cabra o tipo fresco de Burgos)
- 1-2 dientes de ajo
- Hierbas frescas, como perejil, cebollino, eneldo o cilantro
También necesitarás para elaborar este queso a las finas hierbas una tabla de cortar, un cuchillo afilado y un cuenco de cristal.
Cómo se hace el queso a las finas hierbas
- Pele y corte en capas finas uno o dos dientes de ajo, según tu gusto.
- Corta las hierbas aromáticas bien finas con un cuchillo afilado. La cantidad tb es a gusto, por lo que puedes ir añadiendo a medida que mezclas el queso.
- Coloca el queso cremoso en un bol y mezclar con un tenedor. Añade gradualmente las hierbas y el ajo en cantidades equivalentes, y, con ayuda de tenedor, mézclalo bien con el queso.
- Coloca un poco de queso en la palma de tu mano. Luego haz una bola y pásala por las hierbas picadas, según se precise dejando los extremos sin hierbas.
Si el sabor del ajo te resulta muy fuerte, usa cebollino o cebollino chino, para dar un toque más suave. Corta las tiras del cebollino, añádelas al queso y dale forma de cubo. Cruza con tiras de cebollino para que quede atado.
Se puede añadir un chorrito de aceite de oliva a la hora de servir y acompañar con unas pasas o higos secos.