Todos los tipos de menta, tomados en infusión, son excelentes para eliminar la acidez y otros trastornos del aparato digestivo.
Existen muchos tipos de menta, aunque las más corrientes son la menta piperita y la menta común. Sus aromas son algo distintos, pero ambas pueden emplearse por sus propiedades carminativas, en la aplicación de los trastornos digestivos.
Esta infusión carminativa a la menta puede tomarse en caso de sufrir cólicos, náuseas, ventosidades o indigestión.
Infusión de menta para los gases
Esta bebida refrescante puede tomarse tan a menudo como quieras, aunque si las molestias persisten durante mucho tiempo deberás acudir a la consulta de un profesional.
Ingredientes para la infusión de menta:
- 50 g de hojas de menta fresca o 25 g de hojas de menta seca (puede ser hierbabuena)
- Agua hirviendo
- Colador, cuchillo y un frasco con tapón hermético
Como se hace la infusión de menta:
- Si utilizas menta fresca, deberás lavar a fondo las hojas y desechar los tallos mas duros. Pícalas con un cuchillo.
- Coloca la menta en una tetera y agrega 600 ml de agua hirviendo por cada 2 cucharadas soperas de hierbas.
- Deja macerar durante 10 minutos. Cuela y toma tras las comidas.
Si se conserva en el frigorífico, es un excelente refresco junto con unas rodajas de limón, bastante refrescante, y sus propiedades carminativas y digestivas se mantienen durante 48 horas. Puede recalentarse suavemente.
Los niños prefieren la menta piperita porque es más suave, pero sus propiedades y efectos también lo son.