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Azúcar

Los azúcares que se absorben de manera rápida, por ejemplo el azúcar industrial, nos aportan energía y edulcoran el sabor de los alimentos y bebidas. Pero su consumo no es necesario para el organismo, por lo que debe ser muy moderado puesto que son los principales causantes del sobrepeso y la obesidad.

Hidratos de Carbono

Los hidratos de carbono constituyen la fuente principal de energía (calorías) para el ser humano, además de equilibrar la flora intestinal. Existen 3 tipos de hidratos de carbono:

  • Azúcares simples o monosacáridos: glucosa, galactosa y fructosa
  • Oligosacáridos: formados por la unión de 2 – 10 moléculas de monosacáridos
  • Polisacáridos: formados por la unión de más de 10 moléculas de monosacáridos.

Los hidratos de carbono que aportan un mayor beneficio, son los polisacáridos o azúcares complejos, capaces de liberar energía lenta pero constantemente, dependiendo de las necesidades orgánicas. En este grupo se encuentran las fibras dietéticas, importantes para prevenir el estreñimiento.

¿Qué alimentos aportan Hidratos de carbono?

  • Azúcar: 93 g por cada 100g
  • Tapioca: 86 g por cada 100 g
  • Cebada: 78 g por cada 100 g
  • Trigo: 75 g por cada 100 g
  • Maíz: 73 g por cada 100 g
  • Ciruela seca: 72 g por cada 100 g
  • Dátiles: 72 g por cada 100 g
  • Uva seca o pasas: 69 g por cada 100 g
  • Albaricoque seco: 68 g por cada 100 g
  • Higo seco: 67 g por cada 100 g
  • Avena: 65 g por cada 100 g
  • Melocotón seco: 63 g por cda 100 g
  • Pan integral: 50 g por cada 100 g
  • Achicoria tostada: 42 g por cada 100 g
  • Coco seco: 42 g por cada 100 g
  • Levadura de cerveza: 40 g por cada 100 g
  • Leche en polvo: 39 g por cada 100 g

Azúcares añadidos

Son azúcares ocultos en bebidas o alimentos, y recientes estudios aseguran que las personas que los consumen de manera habitual tienen más probabilidades de tener los niveles de colesterol y triglicéridos altos, y por tanto, padecer una enfermedad cardíaca al cabo de los años. A la vez, suele ser común que también se presenten diabetes.

Hace más de una década que la Doctora Cynthia Kenyon, de la Universidad de California, aseguró que si se le aporta azúcar al gusano Caenorhabditis elegans se le acortaba la vida en un 20%. Es por ello, que Kenyon eliminó de forma radical de su dieta todo azúcar industrial, cambiando su dieta para siempre y absteniendose de consumirlo porque lo que les ocurre a estos nemátodos viene a ser un dato más de entre los cientos que se han realizado hasta el momento y que tienen relación con el cuerpo humano.

Pero no sólo en este estudio se ha revelado que el consumo de azúcar diariamente es un claro factor de desgaste celular, sino en muchos otros a lo largo de los estudios de nutrición comprobados en el laboratorio. El consumo de azúcar de forma regular no sólo es promotor de la hipertensión, el colesterol elevado, la diabetes y la obesidad, sino que hay algo mucho mas grave y es el envejecimiento prematuro.

El exceso de glucosa en nuestra alimentación aumenta la formación de lo que se conoce como Productos de Glicosilación Avanzada (PGA), que hace que el azúcar se pegue a las proteínas desnaturalizándolas. Estos prótidos defectuosos se eliminan por las células del sistema inmunológico, pero al ser un gran número de ellos no dan abasto y se terminan acumulando en los tejidos. Esto hace que la formación de colágeno o fibras nerviosas se construyan con células en mal estado.